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La UNESCO aprueba una recomendación histórica sobre el papel transversal de la educación en la promoción de la paz

El 20 de noviembre de 2023, los 194 Estados Miembros de la UNESCO aprobaron la Recomendación sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y el Desarrollo Sostenible durante la Conferencia General de la Organización. Se trata del único instrumento normativo mundial que establece cómo debe utilizarse la educación para lograr una paz sostenible y fomentar el desarrollo humano basándose en 14 principios rectores.
Adoption of Recommendation on education for peace

La Recomendación es única en reunir todas las dimensiones de la educación y en vincular diferentes ámbitos, desde las tecnologías digitales y el cambio climático hasta las cuestiones relativas al género y las libertades fundamentales. El texto recién aprobado actualiza la Recomendación de "1974", que hace casi 50 años unió a los Estados Miembros para situar a la educación como motor principal de la paz y la comprensión internacional. Durante los dos últimos años, la UNESCO revisó esta herramienta visionaria para que pueda responder a los grandes desafíos actuales y a las eventuales crisis futuras.

“Hoy, cuando las crisis polarizan nuestras sociedades, cuando el orden mundial multipolar continúa siendo escenario de conflictos violentos, la educación debe seguir siendo más que nunca un baluarte defensivo contra las fracturas del mundo y un cimiento para alcanzar una paz sostenible”, afirmó Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. “Es esta misma convicción la que sigue impulsando la acción de la UNESCO”.

Al ayudar a construir sociedades más pacíficas, justas, igualitarias, equitativas, inclusivas, democráticas, saludables y sostenibles, la Recomendación se convertirá en una herramienta para que todas las partes interesadas en la educación alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Una visión de la educación para la humanidad y la paz

La Recomendación reconoce que la paz se construye no sólo mediante negociaciones internacionales, sino también en los pupitres y patios de las escuelas y en los campos de deporte, mediante la educación artística y científica, y a lo largo de toda la vida. La educación, en todas sus formas y dimensiones, dentro y fuera de la escuela, configura nuestra manera de ver el mundo y de tratar a los demás, y puede y debe ser una vía para construir una paz sostenible. Para hacer realidad estas ambiciones, la nueva Recomendación precisa qué se debe cambiar exactamente en los planteamientos de la educación y cómo hacerlo. Asimismo, define 14 principios rectores que deberían guiar la transformación de los sistemas educativos en las próximas décadas.

El texto revisado, fruto del amplio consenso alcanzado por los Estados Miembros a principios de este verano, fue el primer punto debatido en la Comisión de Educación. 194 Estados Miembros de la UNESCO acordaron por unanimidad recomendar su aprobación por la 42ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO. Los representantes de cerca de cuarenta países tomaron la palabra para expresar su apoyo incondicional a la Recomendación actualizada. También elogiaron el proceso de revisión inclusivo y participativo, que creó un clima de confianza entre los países y les permitió aprobar finalmente el texto por consenso. 

“Nuestro mundo necesita ahora más que nunca un mensaje de paz. La educación puede alimentar los vínculos entre las personas. En el contexto actual, no podemos dejar pasar esta oportunidad para afirmar de manera rotunda y clara aquí, en la UNESCO, que los Estados Miembros coinciden en una visión de la educación al servicio de la humanidad y de la paz. Gracias a la dedicación y la ardua labor de las delegaciones de los diferentes países, hemos conseguido convertir este texto en un documento... con el que todos los Estados Miembros puedan identificarse”, declaró el profesor Charles Bosire, delegado permanente de Kenya ante la UNESCO y presidente de la Mesa encargada de la revisión de la Recomendación de 1974.

Aunque los Estados Miembros serán responsables de la aplicación de la Recomendación en el plano nacional, la UNESCO apoyará los procesos de aplicación y elaborará informes periódicos sobre sus esfuerzos.

¿Qué tiene de particular la Recomendación revisada?

  • Hace especial hincapié en los derechos humanos y las libertades fundamentales e integra cuestiones consideradas fundamentales para lograr una paz sostenible en nuestra era, como el desarrollo sostenible, el cambio climático, el respeto a la diversidad, la igualdad de género y la alfabetización mediática e informacional. 

  • Se esbozan 14 principios rectores, resultados concretos del aprendizaje y ámbitos de acción prioritarios para replantear de forma holística todos los aspectos de los sistemas educativos, desde las leyes y las políticas hasta la elaboración de los planes de estudios, las prácticas docentes, los entornos de aprendizaje y la evaluación. Por ejemplo, subraya que, más allá de las competencias básicas en lectoescritura y aritmética, los educandos deben adquirir competencias como la empatía, el pensamiento crítico, la comprensión intercultural y la gestión sostenible del medioambiente.

  • Abarca las actividades educativas en todos los contextos y a todos los niveles, y a lo largo de toda la vida, vinculando aspectos entre ámbitos que hasta ahora no se habían considerado conjuntamente. Por ejemplo, el nexo entre la salud física y mental de los educandos y su capacidad para acceder a la educación y conseguirla, la repercusión del cambio climático en el sistema educativo, así como los conocimientos adquiridos fuera de las aulas.

  • Todas las partes interesadas del sector educativo –desde los encargados de la formulación de políticas y los docentes hasta los educadores informales y los portadores de las tradiciones– pueden utilizar la Recomendación como punto de partida para transformar sus políticas, prácticas y enfoques con el objetivo de formar educandos empáticos e inclusivos. Por ejemplo, utilizando este documento, los docentes pueden ver cómo adaptar sus planes de clases para incorporar actividades y temas específicos, o los líderes comunitarios pueden abogar por cambios específicos en las políticas y los planes de estudio.

  • Pone la educación al día, teniendo en cuenta los cambios que ha experimentado el mundo y los que pudieran ocurrir en las próximas décadas. Por ejemplo, tiene en cuenta fenómenos contemporáneos como el aumento de la incitación al odio en Internet e indica lo que puede hacerse mediante la educación para fomentar la resiliencia de los educandos.